4 de septiembre de 2007

Guerra y sociedad


“Guerra y sociedad”


Sin duda que cuando se habla de Guerra y Sociedad, se habla además de Don Álvaro Jara, quien recibe en 1990 el premio nacional de historia, este autor introdujo nuevas metodologías de investigación que renovaron la historiografía Chilena, tenemos un autor que es considerado estructuralista dentro de los escritores Chilenos.

Este autor se destacó por la investigación en cuanto al desarrollo económico tanto del Perú como de Chile y sobretodo en época colonial.

En el capitulo primero se destaca el interés privado de los conquistadores, más los componentes de las huestes indianas que fueron el verdadero motor de expansión dentro del continente Americano, este mismo termino huestes indiana es lo que mejor hace mención al carácter privado de las empresas de conquistas.

Esto aparece como la oposición a los ejércitos estatales que según menciona el autor aparecían por esos años en Europa, eso es a lo que llevó a que los conquistadores de América, no se adjuntaran, a un ejercito estatal, profesional y subvencionado por el estado, además de los intereses que tenían los monarcas por mantener sus bienes.
Eso es lo que señala el libro como uno de los problemas, mientras allá se perfilaba un nuevo tipo de estado, acá imperaba nuevas formas bélicas pertenecientes al antiguo régimen español.

Es por esos motivos que el estado español comprobó que la mejor manera de mantener sus intereses era ceder a los particulares la posibilidad de descubrir y someter los nuevos territorios, en base a lo expuesto nace los premios para los capitanes que hayan llegado a buen termino una conquista.

La distribución no era exclusiva de un solo capitán sino de todos los que participaban en formas proporcional, después de la repartición de las tierras tenemos las gestación del latifundio la que más tarde daría inicio a la forma de sistema colonial en Chile.
Cuando el libro hace mención de las encomiendas aparecen tres funciones que fueron aprovechados por los conquistadores:

· Como Fuentes de tributos
· Fuente de trabajo
· Abastecimiento forzoso de mano de obra.






Sobre el encomendero se destaca lo siguiente:

Estaba obligado a prestar servicio militar
Tubos altos y bajos al igual que la las características señoriales
Pocos indígenas intermediarios
Ellos estaban situados entre los nuevos súbditos y el monarca

El problema radicaba que hacia finales del la época de conquista, el encomendero estaba cansado de entregar su tiempo, vida y fortuna para la causa, si bien en un principio fue fácil, posteriormente se fue complicando en los territorios en cuales los indígenas no se dejaron someter, esto es lo que genera según el libro, el real situado bajo la cabeza de Loyola.

Cuando se hace mención sobre Don Pedro de Valdivia, se hace alusión que él era un encomendero de nota en el Perú, y lo que deseaba era ascender a Capitán general, a pesar que su empresa se nutrió de descontentos y retos, si bien su financiamiento se hizo en forma de compañía Valdivia supo deshacerse de sus socios temporales.

La única explicación que encuentra el autor para entender ¿cómo pudo dilatar a tal grado su conquista con una hueste tan reducida? La respuesta esta en la ambición señorial de los conquistadores.

Para la economía de los primeros años:
La tendencia fue la obtención de los metales preciosos y que por esa causo el sometimiento de los indígenas hombres mujeres y niños fue bárbaro, y que a medida que pasaba el tiempo y los metales preciosos fueron decayendo aparece otra fuente de economía que es la agricultura.

Lo ante mencionado hace alusión a la necesidad de atesorar a cada uno de los huestes desde el punto de vista táctico y militar, para la traída de nuevos contingentes militares desde el Perú y en el caso de la agricultura alimentar gracias a las chacras a todos los integrantes de las huestes, además de los indios, con esa idea los conquistadores a la hora de repartir las tierras hacían posesión de terrenos muchos mayores de lo que realmente necesitaban.

Ya para el final el territorio no se sometió la guerra se hizo eterna e inacabable.





La lógica era que tenía que aplicarse en Chile la misma medida de distribución entre los huestes de indiana que el resto de América.
Si bien en América rigieron los mismos principios, los españoles no tuvieron problema para emplear en la guerra a los no libres, es decir a los indios, no solo como auxiliares, sino como combatientes y en muchos casos con derecho de participar en el botín.

Durante el Reinado de los Reyes Católicos, se hicieron en el ejército Español profundas reformas pero que no alcanzaron a la población hispana establecida en América.

Los premios señoriales fueron para los caudillos mas destacados, el común de los soldados no recibió sino repartimientos o encomiendas de indios.

Fueron un ejemplo claro de transición de las formas Monárquicas medievales a la economía propia de los estados de la edad moderna.


“El régimen señorial español en el orden económico”.

A inicios del siglo XVI lo que significa para Chile y de manera particular los inicios de la conquista, la economía señorial mostraba las siguientes características:

América no constaba con mercados de consumo ni producción agrícola que posibilitara el intercambio.

Sistemas rudimentarios de transporte en la época.


Distancia, dispersión y dilatación geográfica.


Dadas estas condiciones y sobretodo con la intensificación de primera parte de la actividad aurífera solo bastaba “una pequeña elevación de la productividad indígena, ya estaba asegurada la alimentación de los nuevos señores”[1]. Ahora el agotamiento de la tierra y abuso hacia la obra de mano[2], hizo prontamente menguar esta exclusividad del suelo chileno.

Para tales propósitos, la corona española se valía de ciertas conseciones de tierra, siempre bajo contratos de fidelidad hacia la corono, reportes económicos y misión evangelizadora hacia los naturales. Esto es conocido como la encomienda, papel importantísimo para los fines españoles, que de no haber sido por estas iniciativas privadas, no podría haber mantenido tan larga expansión.



















“El fracaso del sistema bélico y la crisis de fines del siglo XVI”

Cuando hablamos de fracaso de la empresa de un imperio, dueño de gran parte de la mitad del mundo, debemos entender que estos mantenían una cosmovisión diferente a la de hoy, partiendo del precepto que las razones de conquista en Chile fueron modificadas a medida en que iban agotando los medios naturales, incluyendo al indígena chileno. Si bien es cierto la avanzada de los españoles desde el norte hacia el centro de Chile fue “relativamente fácil”, el avance más allá de la frontera del bio-bio, fue muy dificultoso e incluso tan desgastador para los españoles que muchas veces flaqueaban tales misiones, pero cabe la siguientes pregunta: ¿Qué razones guardaban los españoles y en especial la corona en mantener un “dominio” en el sur de la capitanía general de Chile?

Del texto en mención se desprenden tres ideas básicas:

Razones de orden teológico religioso.

La amenaza de la estabilidad en otras regiones.


La importancia estratégica del estrecho de Magallanes.

Sin duda alguna la razón que más nos conformara será la razón Geopolítica que presenta el paso del atlántico al pacifico, la soberanía ante posibles invasión inglesas y la frecuente incursión de corsarios y piratas hacían de este paso muy codiciado por parte de la corona, que incluso les hizo realizar esfuerzos masivos, desconocidos en magnitud anteriormente en América, como lo seria posteriormente el real situado.

El fracaso como tal se dio de acuerdo a la suma de las siguientes condiciones:

Escasez de obra de mano para trabajos en la minería.

Baja productividad presentada por los suelos de extracción de metales.


Insuficiencia armamentista.[3]

Disminución de los fondos de la corona para suplir necesidades de Chile.


Sobreexplotación de los “indios de paz”.

Gran eximición de los encomenderos en los asuntos de guerra.

Todos estos ingredientes mostraron lo que seria el fracaso de esta empresa, que a no duro como tal más de 200 años más al servicio de la corona española de manera directa.


[1] “Guerra y sociedad” Álvaro Jara Pág. 28 http://www.memoriachilena.cl/

[2] “Ovejas nuestras son; bien podemos trasquilarlas, quitándoles muchas veces con la lana el pellejo y la sangre”(Diego de Rosales, Historia General, tomo III, p 434)


[3] Sumado a esto la decadencia moral y material de parte del ejercito europeo.

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Claudio Villarroel Vidal cvillarroelvidal@gmail.com Deja tu comentario u aporte.