15 de septiembre de 2009

Expansión del Tahuantinsuyo.


Período tardío: la expansión del Tahuantinsuyo, el horizonte inca

La cultura inca se desarrolló en la región del actual Perú desde siglo XIII d.C. hasta que se produjo la conquista hispana. Muchos de los rasgos que le atribuimos como propios no son más que una síntesis de los logros de sus antecesores y que ellos difundieron por todos los Andes Centrales y aún más allá, a través del dominio e influencia ejercida en la región. Su expansión de el Imperio se explica por el sistema de sucesión: al fallecer un Inca, asumía el poder uno de sus hijos, pero los bienes pasaban a las panacas o linajes reales. El nuevo Inca, heredaba solo el mando del ejército, teniendo que hacerse de riquezas a través de la incorporación de nuevas tierras y nuevos pueblos que le tributaran en trabajo (mita). Sin embargo, su influencia se relaciona con sus técnicas pacíficas de anexión territorial y con la práctica de sellar, incluso luego de una batalla, una alianza basada en la reciprocidad con los pueblos vencidos. Además, instauraba gobiernos indirectos en los pueblos que dominaron, designando a los gobernantes y dando educación cuzqueña a los hijos de los jefes locales; trasladaba a poblaciones completas que podían poner en riesgo la seguridad y la paz de determinadas regiones y tomaba como rehenes a las divinidades locales, marcando también un dominio religioso.

Los incas tenían un sistema de producción directa de la mayoría de los alimentos, gracias a la extensión de los sistemas de cultivo intensivo en terrazas y la actividad ganadera, cuyos productos (granos) y subproductos (chica y textiles) servían sustentar los vínculos de reciprocidad con los campesinos y los pueblos dominados; retribuyéndoles con estos bienes el trabajo de mita con que tributaban al Imperio. La economía se complementaba además con el intercambio con algunos pueblos que permanecían fuera de su esfera de influencias y control, como los chinchas.

La expansión incaica se logró en un lapso no mayor de un siglo y para administrar eficientemente el imperio tuvieron que ampliar y mejorar la red de caminos, dotándola de una infraestructura de abastecimiento; establecer el quechua como lengua franca, para facilitar la comunicación y el control de las poblaciones sometidas, y crear un complejo sistema de administración, que permitía llevar el registro y la contabilidad de los bienes estatales, los tributos recibidos y la población que era debía tributar en trabajo, entre otras cosas.

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Claudio Villarroel Vidal cvillarroelvidal@gmail.com Deja tu comentario u aporte.